En caso de hernia, la indicación es no hacerlos si duele. Así que te recomiendo que lo consultes con tu médico. En ocasiones, hacer hipopresivos bajo la técnica de Low Pressure Fitness (bajo la cual yo me especializo) ayuda a mejorarla.
Lo que sin problema puedes hacer, son las posturas con sus respectivas pautas y secuencias respiratorias.
Mi respuesta siempre es: escucha a tu cuerpo. Es decir, si no tienes problemas para respirar, tienes energía y no te sientes mal, dale. De lo contrario, no es buena idea someter a tu cuerpo a más “estrés respiratorio” y es mejor esperarse a que te sientas bien.
Si tuviste COVID y sientes que tu capacidad pulmonar se vio afectada, practicar hipopresivos en definitivo es una buena idea para recuperarte en ese sentido.
Los hipopresivos son como cualquier tipo de ejercicio, en cuanto dejas de hacerlos, tu cuerpo lo resiente. Así que, si bien no necesariamente regresarás a tu estado original antes de comenzar a practicarlos, es probable que los problemas por los que llegaste a ellos regresen un poco.
Yo te invito a practicar hipopresivos como hábito de vida, así como es bueno mantener una alimentación saludable a diario, también lo es el hacerlos cotidianamente. Tu cuerpo siempre te lo va a agradecer.
No es obligatorio hacerlos a primer hora del día, aunque a mi me encanta hacerlos así. Lo que sí te puedo decir es que procures hacerlos con, al menos, 2 horas de ayuno. De esta manera te sentirás más ligera y podrás hacer el vacío abdominal con mayor facilidad.
Si los realizas por la noche, procura no hacerlos justo antes de dormirte ya que activan tu sistema simpático y te pueden dar energía en vez de mandarte a dormir.
